Afición

La afición por la mecánica, la curiosidad por conocer el funcionamiento de estos maravillosos aparatos, y el gusto por la física aplicada me han llevado a practicar la relojería en máquinas antiguas de cuerda y en algunos casos con motor eléctrico de corriente alterna.


Fue así como empecé reparando relojes de cucú tipo Selva Negra y posteriormente aparatos Joly, Ansonia y de otras marcas conocidas que fueron fabricados a finales del XIX y principios del XX. Es una afición espectacular. Lo hago solo por diversión y me fascina cuando me traen relojes desahuciados por los profesionales del oficio. Se reparan sin afán, con gozo y con amor por los mecanismos.

Si acaso usted es propietario de alguna de estas joyas y no ha sabido qué hacer para ponerlo a andar, comuniquémonos. Me dará la oportunidad de gozar reparándola y usted volverá a oír el delicioso tic tac.

ricardovegaza@yahoo.com